Pareciera ser
que la tónica de las marcas de moda hoy en día es complementar su estrategia
comunicacional con contenido audiovisual, y no es casualidad. Los Fashion Films son la clave para llegar
al público de hoy en día, a los Millennian,
aquellos que crecieron con internet, y por tanto, buscan y viralizan
contenido por las redes sociales. Es esta generación la más reticente a la
publicidad, es esta, la que está cambiando el panorama de cómo se comunica y
genera contenido. Ya no es suficiente la publicidad que apunta a los
aspiracional y a lo nuevo, a las prendas con logos que se respaldan con un estilo de vida representativo (bastante
bullado ha sido la crisis de GAP o los cambios direccionales de las grandes J
Crew y American Apparel), lo que llama la atención para la generación Y es el
contraste entre el impacto y lo básico.
Vivimos en un
mundo tan cambiante y rápido que las tendencias se diluyen apenas salen a la
esfera de internet, y bien lo sabemos los de nuestra generación, el haber crecido con internet, nos hace conocer las pautas que hay
detrás de esta y sus usos en la industria como si fueran parte de nuestro proceso
mental diario, el consumo de las tecnologías y las redes sociales está tan
internalizado en cada uno de nosotros que ya nada es novedoso, porque todo lo que
existe en la esfera digital ya lo conocemos, y si no lo hemos conocido existirá en
unos minutos algo que nos atraiga más la atención y así sucesivamente.
Es por esto que
las marcas hoy en día se han enfocado a la creación de los contenidos
audiovisuales de carácter creativo. Estos, a pesar de distinguirse de los spots
publicitarios y producciones artísticas poseen la flexibilidad y libertad
suficiente como para jugar difusamente entre dichas fronteras. Los Fashion Films, a pesar de estar presente
desde los inicios del 2010, ser materia de estudio en Universidades e inspirar
Festivales a lo largo del mundo, presentan rasgos y características
difícilmente distinguibles por la esencia de su estructura: la libertad de
creación.
Los cortos de
moda se definen como el contenido audiovisual que juega entre la moda, la
publicidad y el cine, la utilizan las marcas con distintos fines, pero siempre
abogando al concepto de Branded Content, el
cual busca que la marca sea parte de la estrategia de contenidos, con ella
busca entretener al consumidor y no vender el producto, lo que se busca es
entregar una experiencia, hacer pensar al público y conectarlo con el
contenido, conseguir un encuentro más sensorial que persuasivo, siempre ligado
al arte y a la experimentación.
Fashion Film Prada Candy |
Ligado a este último está la característica
artística de los Fashion Films, de
esta se siguen muchas definiciones que intentan retratar la experiencia
audiovisual. A mi parecer no existe una definición que explique con exactitud
el carácter audiovisual y artístico de estos cortos. Si bien algunos
especialistas del tema –cómo Diane Pernet, creadora de ASVOFF Festival de
Fashion Films, consideran que el carácter viralizador, el apoyo detrás de una
marca de Lujo y modelos vistiendo prendas de temporada (tal es el caso de
Lanvin, mostrando modelos al ritmo de Pitbull para su campaña 2011-2012) no
hace merecedor a un mini film de considerarse parte de este ya género
audiovisual, muchas marcas adoptan esta actitud (presentar un producto,
entregar la visión de marca o interactuar y generar público) para aprovechar
los beneficios que esta herramienta genera, descuidando el aspecto narrativo y
artístico tan esencial de este género.
Lanvin FW2011 |
El carácter artístico nombrado se
refiere al aspecto narrativo que debe estar presente para enganchar a la
audiencia, este debe acompañarse con un punto de inflexión el cuál la moda debe
ser siempre el eje central (quizás el mini film que mejor logra este aspecto es
el Fashion Film de Prada “A theraphy”,
dirigido por Roman Polanski protagonizado por Helena Bonham Carter y Ben
Kingsley, presentado en el Festival de Cannes 2012), junto a ello la estética
visual es esencial. Mucho se ha hablado de esta condición, en un comienzo los Fashion Film, se caracterizaron por
estar bajo el alero de fotógrafos de moda (juega aquí la situación experimental
que se dio en los inicios de este género audiovisual), los cuáles, a pesar de
aportarle un marcado código estético que aún prevalece, se dejó atrás el
concepto narrativo que lo hace hoy distinguible como género.
Fashion Film A Therapy, dirigida por Polanski. |
El interés de las
grandes casas de la moda por crear contenido audiovisual de este tipo, permitió
que se desarrollaran con los años films de mejor calidad gracias a la
colaboración de las marcas con grandes directores tales como: Wes Anderson para
Prada (“Castello Cavalcanti”); Roman Coppola (“Prada Candy”) y Martin Scorsece
(“The One: Street of dreams”). El mismo ejemplo se puede usar para spot
publicitarios que se acercan a la condiciones que caracterizan los Fashion
Films: Guy Ritchie para H&M y Sofía Coppola para Miss Dior, son casos que
abrazan el concepto estético, narrativo y comunicacional de este género
audiovisual, más aún si coinciden con el último concepto vital de los Fashion Flims: la potencial viralización
en internet como principal canal de comunicación.
Fashion Film dirigido por Wes Anderson |
Es este último
el que distingue a los Fashion Films
de los spots publicitarios (que utilizan canales más tradicionales como
televisión u otros), los vídeos musicales y los cortos audiovisuales de
ficción. La relación con internet y las nuevas tecnologías se torna vital, aquí
el contenido se crea para vivir en este medio, este es el único que permite la
eficacia y la viralización necesaria para llegar a una audiencia global que
está a diario en la red. Los Fashion Films
acercan los contenidos a un nuevo público objetivo, que lejos de sentirse
invadido por la publicidad en la televisión, comparte el contenido en redes
sociales, lo comenta en blogs y plataformas digitales. Los Millennians, destinarán menos tiempo y
recursos a contenidos que no les interese y no esté al alcance, por tanto, la
rapidez y la innovación de este serán
los determinantes de una comunicación efectiva.
Si bien, las
condiciones mencionadas (Branded Content,
estética audiovisual y potencialidad de viralización en internet) deben estar
presentes en todos los cortos de moda que se realizan, tanto para las pequeñas
marcas como para las Maisons más
prestigiosas, el uso que le de la empresa determinará la estructura del
contenido, y en ocasiones la eficacia de la viralización en Internet. Respecto
a lo primero, es necesario recalcar que la generación de este tipo de contenido
permitió que muchos diseñadores se dieran a conocer sin tener que recurrir a
los costos que implica la vía tradicional (estrategia publicitaria + desfiles).
Algunos diseñadores como Rachel Antonoff logran de forma efectiva dar a conocer
su marca, su caso llegó a ser mencionado por medios de moda como Fashionista, el cuál destacó el trabajo
logrado en “Crush”, el corto de moda que la diseñadora creó para presentar de
forma alternativa la campaña 2013 de su marca, el film logró llegar a las audiencias gracias a la línea narrativa de
la historia que muchas veces dejó en segundo plano las prendas de vestir (pero
que sin embargo están presentes en todos los planos del corto) y a la
participación de actores y músicos influyentes de la industria norteamericana.
La elección que hizo esta diseñadora por optar por un film de moda en vez de someterse a los costos (frente a recursos
limitados) y a la presión que implican los desfiles de las Semanas de la moda
es cada vez más normal (y lógico) en el mundo del diseño emergente.
Crush |
La eficacia de
la viralización en las redes sociales es también un punto importante al tratar
el presente y el futuro de este género audiovisual. Las marcas utilizan
diferentes recursos para hacer más atractiva la experiencia del Fashion Film, algunas optan por
contratar rostros conocidos y validados por las audiencias (como Chanel, quien
de la mano de su director creativo, Karl Lagerfeld ha realizado varios films de moda, entre ellos: “Once upon a
time” protagonizado por Keira Knightley o “Reincarnation” que contó con Pharrell
y Cara Delevigne) u optan por confiar la creación de renombrados directores
(como los casos ya vistos). Cualquiera de las dos estrategias sirve para
acercar a un público alejado de la marca, en algunas ocasiones, genera una
conexión con audiencias que ni siquiera
están interesadas en la moda. Esta relación se da básicamente porque el papel
de la moda pasa a un segundo plano al agregar elementos que potencien de alguna
forma el corto. En ocasiones, la narrativa pasa a ser el protagonista dejando
bastante atrás el producto o la marca, tal es el caso de “First Kiss”, el Fashion Film más viralizado en la
historia (más de 104 millones de visitas, 7 millones de visitas los primeros
dos días), creado en marzo del 2014 por Style.com como uno de los vídeos creados para el Fashion Week de ese año. El film
–cuyas cifras supera con creces las de los Fashion Films promedio, muestra 20 extraños besándose por primera
vez, la moda como protagonista queda relegada al opacarse por el mensaje del
contenido. Probablemente nadie (excepto la prensa especializada) notó que era
un Fashion Film o un corto de moda, la
intención de Fashiolista en este caso
no fue la viralización de un producto, sino que fue la viralización a partir de
un mensaje claro como lo es la experiencia del amor.
First Kiss |
A pesar de la intención de masificar el
contenido y potenciar los canales, el cuidado del mensaje debe ser clave, este
género audiovisual se caracteriza por entregar un contenido de carácter
comercial, por tanto, el mensaje no puede confundir al público, este debe ser
claro y pertinente, el material a difundir no solo debe entretener, sino que
además debe permitir el desarrollo de la marca, convertirla en la mejor oferta
de entretenimiento, experiencias y emociones para el consumidor.
Hasta ahora, los
mejores Fashion Films no son los que
hablan de ropa, sino que son aquellos que cuentan historias donde las personas
que la protagonizan usan esa ropa.
Este análisis fue realizado bajo el contexto de estudio para el Taller de honor de Industria de la moda 2015 de la UAI.
Me encantan esos fashion films (palabra nuevi jiji) en que se cuenta una historia, a mí me gustaba mucho uno de chanel en el que salía nicole kidman, era como *_* y moría de amor (no sé si será de esa rama pero amé)
ResponderEliminarBesitos!